El 19 de marzo Viena acogió un seminario con el título “Cuán común es la política exterior y de seguridad común de la UE”. Este seminario, organizado por la Fundación Turca de Estudios Sociales y Económicos (TESEV) y el Instituto Austriaco de Asuntos Internacionales (OIIP), se marcaba como principal objetivo analizar el grado de convergencia entre las políticas de Turquía y la UE, especialmente en el marco de Naciones Unidas y en relación con Oriente Medio, el Cáucaso y la Energía.

Eduard Soler, coordinador del Programa Mediterráneo de la Fundación CIDOB participó en este seminario abordando la evolución de la política turca hacia el Mediterráneo y Oriente Medio. Aunque subrayó que la intervención turca en el norte de Irak choca con las prioridades y principios de la UE, Soler apuntó diversas áreas en que sí se observa una creciente convergencia entre Turquía y la UE. Destacó, por ejemplo, la posición respecto al conflicto israelo-palestino o la implicación en la misión de Naciones Unidos en el Líbano (FINUL). También señaló que los controvertidos contactos entre Ankara y Hamas chocan, en principio, con la posición oficial de la UE pero que, dada la necesidad de mantener canales de comunicación con este grupo, tales contactos pueden resultar complementarios para la política exterior europea.

En la parte final de su intervención Soler también lanzó algunas ideas para acelerar la convergencia entre la política exterior turca y la europea hacia el Mediterráneo y Oriente Medio. Entre éstas subrayó la implicación de Turquía en un partenariado euromediterráneo reforzado, la necesidad de aumentar la cooperación en las misiones de la PESD, que Turquía se sumara a los esfuerzos de Italia, España y Francia para evitar una confrontación política y social en el Líbano o la posibilidad de que Turquía asociara de algún modo a la UE en foros como el de los países vecinos de Irak.

En este seminario participaron representantes diplomáticos austriacos y turcos, miembros de TESEV y de OIIP así como expertos de reconocido prestigio como William Hale, profesor de la Universidad de Sabanci de Estambul, o Dorothée Schmid, investigadora del IFRI de Paris. Tras un día de debates y discusión se constató que había convergencia entre Turquía y la UE pero que quedaba camino por recorrer, sobre todo, en materia de Derechos Humanos.

Se puso de manifiesto que en el marco de la ONU y la OSCE se podría intentar implicar más a los países candidatos a la hora de definir una posición común de la UE. También se concluyó que la adhesión de Turquía no dependía principalmente del grado de convergencia en política exterior sino de muchas más cuestiones que a menudo hunden sus raíces en la política doméstica de los estados miembros de la UE. Finalmente, se apuntó que una resolución satisfactoria de la división de Chipre no sólo supondría eliminar uno de los principales obstáculos de la adhesión turca sino que también podría contribuir a que Turquía tuviera un papel más constructivo en materia de política exterior.

Fuente: CIDOB, Centro de Investigación de Relaciones Internacionales y Desarrollo